El Outsourcing es una modalidad que aplica para todo tipo de empresas, no importa su tamaño. En relación con el segmento de empresas pequeñas y medianas su aplicación genera mucho valor. Generalmente los procesos financieros, recursos humanos o bien de tecnología, requieren de mucha inversión.

 

Para una empresa pequeña los recursos son mucho más limitados. Es ahí donde el Outsourcing tiene sentido. Por ejemplo, la contabilidad. Un negocio de un tamaño pequeño o mediano no tiene sentido que tenga una infraestructura para procesar la contabilidad. Es decir, tener un contador tiempo completo, equipo y oficinas. Es ahí donde el Outsourcing resulta más útil y se garantiza, además, estar bien asesorado. Una de las mayores causas por las cuales muchos emprendedores fracasan, es que incurren en inversiones muy altas, en procesos que puede dar en Outsourcing. Visto que los negocios nuevos son fluctuantes, el Outsourcing tiene la ventaja que puede adaptarse a los cambios en la demanda, permitiendo a la nueva empresa enfrentar los cambios en el flujo y la rentabilidad de una forma más flexible.

 

A su vez, el empresario aprende de manos de expertos las mejores prácticas contables, fiscales y de recursos humanos, mientras su negocio crece con el tiempo. ¿Cuál es el primer paso? Busque asesoría con una empresa que brinda servicios de tercerización en materia contable y de cumplimiento tributario, para garantizar que todas las contingencias de su negocio estén cubiertas.