La implementación del IVA representa un cambio relevante en el sistema tributario costarricense, migrando de un impuesto que rigió por casi 37 años y que se aplica a mercancías y a algunos servicios, como lo es el Impuesto General sobre las Ventas, a un impuesto de Valor Agregado, conocido como IVA, que como regla general grava la totalidad de bienes y servicios, aunque con algunas exenciones y tratamientos diferenciados.

Este cambio en el modelo tributario conlleva a que todos debemos conocer y comprender los nuevos derechos y obligaciones y, en algunos casos, tomar conciencia que se deben hacer ajustes en la forma tradicional en que se viene operando. Para otros, inclusive, representará una oportunidad para pasar de la informalidad a la formalidad y con ello implementar aspectos que deben cumplirse, como por ejemplo llevar una contabilidad en apego a las mejores prácticas y normas contables.